Hay dos palabras
-ésas-
que yo no sé
cómo
decír
te
las.
¿Te amo?
Ése podría ser el nombre de un vino
-uno que nunca compartimos-
-uno que nunca-
podría ser
un sintagma como cualquier otro
porque las palabras significan sólo con el cuerpo
cuando lo que se juega está en los acercamientos
las miradas
en tantas cosas
que no te digo
¿Te amo?
¿Sí?
No.
Pero hay algo
tenés algo
una de esas cosas que son de otro planeta
una de esas cosas que te hacen un ser único
maravilloso
aterrador y espeluznante
hermoso y cautivante
vos
murmullando en el silencio
gritando con tus ojos
el suplicio de mi quietud:
¿Te amo?
Unas piedras mojadas,
el recuerdo de lo inexistente:
porque yo te amo,
pero no.
De pretendida épica a aires de revista: operaciones que no hacen ni chicha,
ni limonada
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Hace 13 años.