Oscura sobre mí
como un Dios se alza
crepitante TINIEBLA
de sirenas muertas
cuando la catástrofe
el barco hundido
entre las olas se aleja
no lo veo
no lo puedo ver
mis ojos ciegos
ya no sirven
y me pierdo
en la furia de la tormenta
Esto no es un naufragio:
cada palabra que escribo
es un manotazo de ahogado.
De pretendida épica a aires de revista: operaciones que no hacen ni chicha,
ni limonada
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Hace un par de semanas recibí la grata sorpresa ser invitado al teatro por
parte de una de las minas más lindas que conozco; la obra que tuvo ocasión
de re...
Hace 13 años.